Antes de ser madre me imaginaba todas las cosas que les iba a enseñar a mis hijos, y lo bonito que iba a ser. Y resultó ser mucho más enriquecedor de lo que había imaginado, pero también sorprendente. Porque para mi asombro, quien más me ha enseñado y me está enseñando son ellos a mí.
Me siento madre desde mucho antes de que nacieran los gemelos, desde la primera vez que supe que estaba embarazada, aunque a nuestro bebé se le paró el corazón a las 9 semanas. Después vinieron otros dos que tampoco llegaron a mis brazos, y finalmente, fruto de mi cuarto embarazo, nacieron los gemelos (*). De todos mis hijos he aprendido algo, hoy quiero dedicar este post a la gran lección de vida que recibí del segundo de nuestros bebés, que era una niña.
Siempre he pensado que la vida del no nacido está por encima de todo, y he criticado y juzgado con ligereza a las madres que toman una decisión tan dramática…
…Hasta que me tocó a mí…
Los resultados del triple screening de nuestro segundo embarazo fueron devastadores. Arrojaron una probabilidad altísima (superior a 1/50) de que el bebé tuviese trisomía 18. Y yo, que además de contraria al aborto siempre he tenido claro que no me haría una amniocentesis bajo ningún concepto (para qué, si no iba a abortar), me vi superada por la incertidumbre y acabé tumbada en una camilla mientras me pinchaban en la barriga con una aguja gigante para extraer una muestra de vellosidades coriales de la placenta, lo que se conoce como biopsia de corion.
El diagnóstico fue peor de lo esperado: nuestro bebé tenía triploidía, es decir, 69 cromosomas (tres en cada par) en lugar de los 46 (dos en cada par) que tiene una persona sana. Médicamente eso significa la incompatibilidad con la vida. Nuestro bebé moriría en el útero o nada más nacer. Creo recordar que me dijeron que el caso registrado de bebé con triploidía que más tiempo había vivido fuera de su madre apenas sobrepasaba el mes. El shock que supone que te den una noticia así es indescriptible, no puedes pensar con claridad, no conoces a nadie que le haya pasado y no sabes qué hacer, por dónde tirar. Decidimos interrumpir el embarazo, con casi 16 semanas de gestación. Tuve que pasar por un parto, de un bebé chiquitito, sabiendo que después del dolor no me esperaba el regalo de la vida.
Y desde entonces mi opinión sobre la Interrupción voluntaria del embarazo ha cambiado bastante. Al igual que yo, toda madre que decide acabar con la vida de su hijo intraútero lo hace por un motivo muy poderoso, ya sea relacionado con el bebé o con ella misma y su situación.
Un aborto siempre deja una secuela, una herida en el alma que cicatriza pero que jamás se borra, y creo que casi nadie toma una decisión así a la ligera. Es más, no me creo mucho las historias de “pues Fulanita abortó y está como si nada”. Alguna habrá, pero estoy segura de que son las menos. Antes o después, en algún momento de tu vida, vives un duelo por ese bebé, más o menos largo, pero real.
Nunca comprenderé los motivos que llevan a una madre a deshacerse de un hijo sano, cuando hay tantas mujeres que quieren ser madres y no pueden. Es terriblemente injusto, me da mucha rabia, pero es así, y pasa. Y no se debería obligar a esa mujer a tener un bebé que no desea.
El bebé no nacido tiene derecho a la vida, sí. Pero la vida no es sólo respirar, está compuesta por un sinfín de elementos, entre ellos el más importante es el amor. Un bebé no nacido tiene derecho a ser deseado y querido, a recibir todo el amor del mundo y ser el motor de la vida de sus padres, el centro de su universo. Un hijo no deseado se cuida y se protege, eso es algo animal. Sin embargo, tengo mis serias dudas de si su madre/padre lo harán como él merece, si se van a entregar por él de la misma forma que se hace con un hijo deseado, o si más bien le harán sentir toda su vida como un estorbo o un problema que llegó cuando no debía hacerlo.
(*) Edito, y fruto de mi quinto embarazo, tres años después de los mellizos, nació el pequeño Tamagochi
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Qué dura tu experiencia, pero me quedo con tu forma de aprender de ella. La vida muchas veces nos enseña a vivir episodios tristes y difíciles para disfrutar mucho más de los mejores momentos.
Que triste! Gracias a Dios, de todo se aprende en esta vida. Tu angelito está en el Cielo.
Hola Verouska:
Sí, es una de las cosas más tristes que me han pasado en la vida. Pero a pesar de perder tanto, también gané mucho. Siempre digo que mis niños tienen tres angelitos de la guarda que los cuidan mejor que nadie.
Un saludo,
Ana
ufff que duro… yo por desgracia siento ese dolor a diario desde que a mi niña a las 38 semanas de gestación se le parara el corazón, era una niña sana solo que decidio separarse de nosotros para siempre… Eso si se que se fue siendo la niña mas amada del mundo..
Me he preguntado tantas veces que porque a nosotros cuando hay gente que los tiene y no los quiere.. pero lo que me ha enseñado es que el destino es el destino y ella compartio ese tiempo con nosotros para cambiarnos la vida.. nos ha echo ver cosas que antes no veiamos..
Ahora a tan solo 11 meses de su partida, estamos embarazados de nuevo de 30 semanas de mellizos (ella nos envio este regalo)
Por eso considero que es un tema libre a elegir.. y que cada uno con su vida hace lo que cree conveniente..
Hola Tamara:
Gracias por tu visita.
Creo que nos dejaste un comentario hace unas semanas en la entrada sobre lo que se siente cuando te enteras de que son dos, verdad? Es que estaba firmada como anónimo. Por si no eras tú, nuevamente te digo cuánto siento la partida de tu pequeña. Qué gran regalo os ha hecho al enviaros no sólo un hermanito, sino dos de golpe!
Sí, es muy injusto que haya mujeres que se quedan embarazadas sin quererlo y que no aman a sus hijos. Y otras que lo deseamos con todas nuestras fuerzas y nos ponen muchas piedras en el camino.
Pero yo, ahora visto con perspectiva, estoy agradecida a la vida por todo lo aprendido de esos tres bebés que me eligieron como su mamá aunque sólo fuera unas semanas. Lo ves todo con otros ojos, porque lo ves con los ojos del corazón, que ven lo esencial, como dice la famosa cita de "El principito".
Y cuando alguien te da el pésame por tener gemelos, sólo piensas que es una pena que haya quienes vean la llegada de dos hijos como una desgracia. Ya verás que vas a disfrutar como nadie de tus dos bebés, de las noches en vela, de las perretas, del cansancio, del estrés… ¡Son una bendición y un gran milagro!
Un abrazo,
Ana
Gracias Ana por tus palabras!
La gente te dice de todo pero yo les contesto muy rápido, que yo sere feliz viendolos y besandolos cada día no me preocupa la faena etc.. solo quiero entregarles todo mi amor..
Pues sí la verdad que la vida nos quito a nuestra princesa.. pero estoy segura que ella sabe todo lo que la quiero dia tras dia y por eso decidio enviarnos estos 2 rayitos de luz…
besos
Será verdad que todo pasa por un motivo en esta vida?
Hola Hortensia:
Gracias por tu comentario.
Sí, creo que se debe tener la oportunidad de elegir. Desde luego un Gobierno no puede decidir estas cosas tan íntimas y trascendentales por nosotras.
De mis tres bebés estrella he aprendido muchas cosas y les estoy muy agradecida de su paso por mi vida.
Un abrazo,
Ana
Me has dejado sin palabras. Que duro habrá sido para ti y tu pareja tomar esa decisión. De acuerdo contigo que es muy fácil opinar desde la distancia, por eso yo creo que deben darles la oportunidad a las madres de elegir. Y muy de acuerdo también que es una pena traer hijos a este mundo y no amarlos como se merecen. Es algo maravilloso que de una situación tan dolorosa aprendieras algo que quedará contigo para siempre.