Escribí esta entrada hace más de dos años, y se había quedado olvidada entre borradores. La vida con hijos es maravillosa, pero eso no quita que haya días que se hacen muy cuesta arriba. Creo que ahora es todo mucho más fácil que cuando escribí esto de abajo, pero de vez en cuando me sigo viendo representada en las palabras de mi «yo» del pasado.
Normalmente escribo cuando estoy inspirada. Y la inspiración se suele presentar en esos días en que me levanto con ganas de comerme el mundo, rozando casi la euforia, cuando los sentimientos negativos se han ido de vacaciones y el rosa es el color de los cristales de mis gafas, que hacen que todo se vea maravilloso desde mi nube que me transporta a cualquier lado. Porque las penas, mejor guardárselas para una, y llorarlas a solas. Que este es un sitio en el que contamos nuestra realidad y dificultades cotidianas, pero intentando centrarnos en lo positivo.
Sin embargo, no todos los días son así. Muchas mañanas el cristal de mis gafas es gris, y nada más ponérmelas ya sé que no va a ser un día fácil. Sin mi filtro rosa, lo primero que siento al abrir los ojos es el constante dolor de espalda que me acecha debido a la diástasis. Luego me miro en el espejo antes de meterme en la ducha y se me cae el alma a los pies al verme la des-figura. Después trato de vestir a Zipi y Zape, que me contestan que «no» a todo, y lloran, y patalean, y hasta me pegan algún manotazo. Y entre medias, Tamagochi que solo quiere que lo tenga en brazos. Los tres a la vez gritan… «Mamá, ¡mira!» «Mamá, ¡escúchame que estoy hablando» o simplemente «mamáaaaaa» (el pequeño no pasa de ahí). Discuto con Pantuflo por la mayor de las chorradas.
En el trabajo me olvido de todo, paso un tiempo muy agradable y me relajo… y me siento culpable por ello. Vuelvo a casa con energías renovadas y con firme propósito de disfrutar con ellos y tener tooooda la paciencia del mundo… Y a los 10 minutos de estar rodeada (sitiada) por los tres, mi paciencia se ha ido con la inspiración (como cerca, en las Maldivas están las dos puñeteras) y estoy llamando a Pantuflo a ver a qué hora sale hoy para hacer cálculos de cuánto rato me queda sola con los tres y si voy ser capaz de sobrellevarlo sin que me coman por las patitas. Y no paro de sentir que todo lo hago mal, que he creado tres monstruitos, no sé educarlos, que soy la peor madre, la peor pareja… Cuando Pantuflo aparece por la puerta, tras el alborozo inicial surge algún conflicto consecuencia del concurso de méritos «porque-yo-llevo-toda-la-tarde-con-ellos-y-tu-acabas-de-llegar» Después toca afrontar la hora de los baños/cenas y sólo de pensar lo que aún nos queda para poder tirarnos en el sofá (¿qué es eso?) me entra una pereza infinita que me impide reaccionar a los tirones de pelo del pequeñajo y los gritos de los mayores.
Y en una de estas vislumbro el dorso de mi muñeca izquierda. Está siempre ahí, tan presente que en el día a día apenas reparo en ella, en mi mariposa… hasta que caprichosamente bate sus alas inmóviles para recordarme por qué me la dibujaron. El día sigue siendo una m***** pero respiro, y sé que pasará. Y sé que no es el día, que soy yo.
Y es bueno que haya días grises oscuro, porque así luego los rosas son más brillantes aún.
Y doy las gracias por ser, por existir, por ser tan afortunada y por tener tanto amor a mi alrededor. Y me permito tener un mal día, porque en unos años me reiré de los malos días de ahora y desearé volver a tenerlos…
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Si tienes unos niños muy enérgicos que apenas te dejan en paz, prueba a regalarles algo complejo y con cierta acción para que se concentren en otras cosas. Iniciar a tu pequeño con juguetes por encima de su edad puede ser la mejor forma de mantenerlos entretenidos, siempre y cuando demuestren tener capacidades para jugar, por ejemplo, con los coches de radiocontrol competitivos.
Yo tambien doi gracias a dios por tener 3 hijas sanas y bellas, esta la mas grande de 10 años y tengo mellizas de 2 años y estoy sola con ellas las 24 hs del dia ,los 365 dias del año hasta a trabajar conmigo vienen, imaginate sino hay momentos q quiera salir corriendo… sino fuera por el amor q me dan y lo feliz q me hace mirarlas no estaria aca jaja este año empiesan el jardin, asiq por ahi tengo un tiempo para mi y aunque me sienta culpable decirlo un poco de paz !! Un beso a todas !!!
Hola Lara:
Gracias por compartir tu experiencia… y ¡culpa fuera! Somos muchas las que sentimos alivio cuando logramos rodearnos de silencio (aunque luego no podamos vivir sin ellos).
Un abrazo
Hasta ayer pasé unos días bien grises. Todo el día con las gemelas me tenían exhausta. Mi esposo es un amor y me ayuda lo más que puede, si no fuera por él ya estaría en depresión. Eso de despertar con dolor de espalda, entrar a la ducha y ver un cuerpo irreconocible me pareció muy familiar… las niñas que lloran y demandan todo el día… ufff… luego de explicarle a mi esposo que estar todo el día sola con las niñas es demasiado, decidí volver a trabajar porque amo mi profesión y porque trabajar es como un hobbie para mi, y las niñas se irán a la guardería. Es lo más sano para todos. Igual le pagamos a una señora para que haga el aseo en la casa y nos quitamos un montón de estrés de encima. Por todo lo anterior y porque mis hijas son lo más hermoso del mundo me siento muy afortunada y reconocer mis limitaciones me ha ayudado a ser práctica y evitar caer en una depresión o problemas con mi esposo. Mis hijas y él me necesitan bien, eso es fundamental. Ojalá todas puedan encontrar su luz en momentos de oscuridad ?
Hola Joselin:
Sabias tus palabras. Tradicionalmente se nos educa a las mujeres en la entrega al otro y el abandono propio. Y sí, podemos entregarnos al otro, pero sin abandonarnos a nosotras. Si no nos cuidamos, no nos mimamos y no pensamos en nosotras mismas para estar bien, no podremos estar bien para los demás tampoco.
Un abrazo
Hola ANNA, QUE BONITO LO QUE ESCRIBIS PORQUE ME SIENTO SUPER INDENTIFICADA CON TODO. MIS MELLIZOS TIENE 3 AÑITOS . CUANDO VUELVEN DEL COLE, ME PASA IGUAL,YO ESTOY SUPER CANSADA DE TRABAJAR Y LLEGO A CASA SUPER CANSADA Y AÚN ME QUE DA LO MAS DURO, MI MELLIS, QUE NO ME HACEN CASO, SE PELEAN TODO EL RATO, SE ENFADA ENTRE ELLOS, LLORAN, A VECES A MI TAMBIEN ME PEGAN. EL DISCURSO DEL PAPA QUE LLEGA TARDE DE TRABAJAR Y ME DEJA A MI SOLA ANTE EL PELIGRO Y QUE AUN ME DICE QUE LOS MIMO DEMASIADO Y POR ESO SON UNOS CAPRICHOSOS Y QUE CUANDO SEAN MAS GRANDES POR ESTAR TAN MIMADOS NOS HARAN LA VIDA IMPOSIBLE.
POR LAS MAÑANA ,LLOROS PORQUE NO QUIEREN IR AL COLE, NO SE QUIEREN VESTIR ETC.
HES DURO CRIAR A MELLIZOS LA VERDAD, PERO NOTO (MUY POQUITO A POQUITO) QUE CADA VEZ LO LLEVO MEJOR.
ME ENCANTA ESTA PAGINA WEB I OS DESEO LA MEJOR SUERTE DE ESTE MUNDO.
Hola Sandra:
Muchas gracias por tu comentario.
Y mucho ánimo porque los tres años es una etapa difícil, se nos presenta un reto casi a diario! Pero vas saliendo de todas, te vas superando y cada día es mejor, claro que sí.
Un abrazo
Ay Ana, si yo estoy igual. Doy gracias todos los días por tener tres hijos maravillosos, guapos, y sanos. Pero maaadreeeee cuando empiezan a hablar todos a la vez, y tú estás agotada y lo único que quieres es que te dejen en paz y te sientes culpable por no hacerles caso pero quieres salir por la puerta y desaparecer y meterte en la cama pero no ay que me dicen que me quieren y me preguntan que si estoy contenta…tengo claro que soy bipolar.
Estamos todos en el mismo barco, jajajaja. Ánimo y muchos besos. Se dice por ahí que un día echaremos de menos todo esto (pero a ratitos, yo lo echo de más).
Hola Rocío:
Gracias por tu comentario.
Aquí otra bipolar! jaja No lo podías definir mejor
Un besote y gracias por estar ahí