CÓNOCENOS

Elena y Ana

Somos dos amigas asturianas cuyas vidas se cruzaron por primera vez hace más de 30 años… Nos conocemos desde que podemos recordar… desde que nos comíamos los mocos (cada una los suyos) en el cole. 

 

Cuando llegamos a la etapa universitaria, Ana cambió de ciudad, y ya no ha vuelto más a vivir a su patria querida (a la que sí regresa cada poco). Tras acabar la carrera y vivir en el extranjero, finalmente se afincó en Gran Canaria. Sin embargo, esto no ha sido motivo para que nuestra amistad se distancie, y en todos estos años hemos sido testigos la una de la otra de nuestras aventuras, amores, bodas… y demás acontecimientos vitales.

 

Elena se lanzó la primera a la aventura de ser madre. Primero tuvo un niño, luego una niña, justo año y medio despues del primero…

 

Y entre tanto Ana y su Pantuflo decidieron que también querían ser papás. Tuvieron tres hijitos que se fueron demasiado pronto, antes de llegar a sus brazos. Cuando se quedó embarazada por cuarta vez, el miedo era indescriptible. Sobre el test positivo de aquel cuarto embarazo se derramaron muchas lágrimas, porque el corazón no se puede romper tantas veces seguidas, y no se quería romper una vez más. En la primera ecografía cuando le dijeron que venían dos no daba crédito a tanta suerte. “Vienen a pares”, fueron las palabras del ginecólogo (de ahí la inspiración para el nombre del blog). El embarazo no fue fácil por muchos motivos, pero afortunadamente terminó de la mejor forma posible: con dos niños, Zipi y Zape, sanos y enormes… ¡con unos pulmones muy bien formados! Y el día que nacieron, todo cambió. Sus vidas se convirtieron en el caos más absoluto, pero ellos tan felices (y agotados)…

 

En medio de ese caos, un día Ana recibe un whatsapp de Elena. Es una foto de una ecografía. Ana no necesita que le digan nada más, ha visto tantas ecografías del primer trimestre, que sabe reconocer a golpe de vista lo que ahí se ve… Y ahí están, dos pequeñuelos. ¿Cómo? ¿Tú también? ¡Pero qué alegría más grande! Y así llegaron Purpurina y Pepinillo. Impensable. Donde ya costó dar el paso e ir a por el tercero, haciendo muchas cuentas, ajustando mucho el presupuesto, buscando huecos en casa, y analizando si realmente se podía, (porque querer se quería pero no siempre se puede permitir uno, y más hoy en día, tener tres hijos), no solo llegó el tercero sino que además vino con compañero de habitación.

 

El hecho de tener mellizos las dos supuso un nuevo vínculo más de unión, y lo más importante, de apoyo y consulta. 

 

Y en medio de la vorágine, del caos que supone no sólo tener gemelos recién nacidos, sino dos más, se le ocurre a Elena la genial idea de plasmar en un blog todas nuestras experiencias vitales. 

 

Cuando los mellizos de Ana tenían dos años, se lanzaron a la aventura de ampliar la familia, y, a unas semanas de cumplir Zipi y Zape tres años, nació el tercer mosquetero, el pequeño Tamagochi. Así que ahora, además de mamás de mellizos las dos, también las dos tenemos familias numerosas, dimensión a la que dedicamos espacio en esta web.

 

Esperamos que disfrutes de su lectura y, sobre todo, que te pueda servir en tus propias vivencias, que estaremos encantadas de leer si te apetece compartirlas con nosotras.

 

Abrazos