Podría decirse que el carro doble Bugaboo Donkey el rey de los gemelares, o al menos uno de ellos. El más popular, el más exclusivo, (el más caro) y el primero que tenemos en mente cuando nos enteramos de nuestro embarazo múltiple y nos lanzamos a la búsqueda del carrito ideal.

Elena escribió otra entrada (clic aquí para leerla) donde cuenta su experiencia, muy positiva, con este carro.

Su calidad es indiscutible. De hecho, si has llegado hasta aquí es porque probablemente busques uno de segunda mano. Y que un carro doble aguante más de un par de mellizos / gemelos es un gran logro. Pues Bugaboo lo aguanta. Su manejabilidad también es muy buena, debido a las grandes ruedas neumáticas. Y su diseño, muy atractivo y característico. Todo un acierto de estrategia de marca, que ha conseguido posicionarse como referente en su categoría, a pesar de su elevado precio.

Sin embargo, yo no creo que sea el carro ideal. Y no porque yo tenga nada en contra de este modelo, sino porque, simplemente, el carro doble ideal no existe. La situación que tenemos cada uno en nuestra familia nos condiciona, y cuando buscamos una silla para transportar a dos niños, siempre nos movemos fuera de la norma.

Yo también tuve el Bugaboo Donkey como primera opción cuando supe que venían dos. Me encantaba, y me encanta. Sin embargo cuando fui a verlo a la tienda, no me pareció tan buena idea. Es muy voluminoso y para plegarlo al meterlo en el maletero y que quepa, hay que desmontarlo.

Por aquel entonces yo tenía un Wolkswagen Polo del año 96 (que utilicé incluso cuando nació el pequeño Tamagochi) y cuando vi la Donkey desmontada me eché las manos a la cabeza. Primero, por el sarao de monta-desmonta (y eso que aún no sabía lo que era realmente hacer esto con dos bebés con prisa) y segundo, por lo voluminoso. Si metía todo eso en el coche ya no iba a caber ni una mísera bolsa de la compra. Yo utilizo el coche a diario, para todo, así que para mí el plegado fácil, rápido, sencillo y de una sola pieza, era la primera premisa, y por eso elegí el carro que elegí (puedes leerlo aquí) con el que estuve muy contenta (aunque que conste que, como cuento en la entrada, también le encuentro pegas) y que nos salió muy resistente.

Por lo tanto, lo primero que debes identificar antes de decidir, es cuál es tu handicap, o al contrario, la necesidad primera que quieres cubrir. Puede que la puerta de tu casa sea estrecha. O la del ascensor. O que, como yo, tengas un maletero minúsuculo y utilices el coche a diario. Puede que vivas en el campo… o que tengas hijos mayores

Si después de leer todo esto sigues convencida de que la tuya es la Bugaboo Donkey, comprarla de segunda mano es una buena opción. Insisto en que la calidad es elevada y resiste mucho. Y además, lo mejor de todo, que tiene recambios para todas y cada una de las piezas que la componen. así que si se te rompe o deteriora cualquier parte, la vas a poder comprar por separado, y es muy fácil de montar. Eso sí, a ser posible compra el cochecito a alguien que conozcas y/o que te ofrezca un mínimo de garantías de que se le ha dado buen uso hasta la fecha. Bugaboo es buena marca, tiene mucha calidad, pero si buscas un poco por internet también encontrarás críticas.

Insisto por último, y nuevamente, en que hay muchas alternativas fabulosas a la Bugaboo Donkey. Todas ellas están contenidas en nuestro dossier de carros gemelares (clic aquí para más información).

¡Suerte en la elección!

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Asturiana, habladora compulsiva, culo inquieto, Licenciada en un par de cosillas y madre de 3 + 3. Los tres primeros son ? ? ? del cielo y los tres siguientes (los mellizos Zipi y Zape y el pequeño Tamagochi), afortunadamente nos dan mucha lata. No soy superwoman, trabajo en equipo con mi Pantuflo. Nadie dijo que fuera fácil... pero ¿y lo bien que lo pasamos?

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