Hace unos días mi buena amiga Estrella me envío esta foto que sacó de una revista, para reírnos un rato (por no llorar).
El caso es que llevo tiempo queriendo escribir sobre esto (no sobre los bebés muy seguidos, sino sobre las espectaculares recuperaciones de las famosas tras dar a luz) y la foto me vino «al pelo».
Existen muchos tabúes en torno a la maternidad. Hemos dedicado varias entradas a hablar sobre la etapa del puerperio, como esta dedicada a cómo sobrevivir a él, esta otra en la que contamos cómo fueron nuestras recuperaciones, esta en la que hablamos de lo que nadie te cuenta del postparto, o esta otra en la que Elena habla de la soledad que vivió en el parto y postparto de sus mellis, que tuvieron que estar ingresados en neonatos unas semanas para ganar peso.
Sí, ya nos hemos «quejado» alguna vez de que la verdad sobre lo que viene tras dar a luz no se cuenta. Y muchas veces las mamás primerizas la desconocemos por completo porque no hemos convivido con mujeres recién paridas (nuestra propia madre, hermanas, primas, vecinas y demás, como sucedía antiguamente). Y en cierto modo es comprensible que las mujeres puérperas no vayan por la vida contando abiertamente lo que está sucediendo en su mente y en su cuerpo. Además, realmente es una experiencia que por mucho que te cuenten, hasta que la vives no eres consciente de su magnitud, amén de que cada una vivimos nuestra particular situación, unas mejor, otras peor, y no hay dos postpartos iguales. Elena puede dar fe de ello porque ha pasado por tres.
Hasta aquí todo bien.
Lo que resulta incomprensible es que, lejos de contarnos cómo es la realidad, los medios nos bombardeen con mensajes que distan mucho de ella. Esa imagen idílica que nos quieren hacer creer. Esa publicidad de la mamá feliz y despreocupada en una nube de algodón, impecable ella, impecable su bebé. Esos padres felices, radiantes y super unidos, sin fisuras de ningún tipo (esto da para otra entrada). Y, yendo a la foto con la que abrimos la entrada de hoy, esas famosas que salen del hospital estupendas, y al mes de dar a luz (o los dos meses, como la de la foto), lucen espectaculares sin rastro de haber gestado. No es que una mujer no pueda estar como antes del embarazo nada más dar a luz, porque sí, las hay, existen, están ahí fuera. Pero lo que está claro es que son una minoría. A la mayor parte de las mujeres les lleva un tiempo, unas pocos meses, otras muchos, y otras, como yo, (también minoría) nunca nos recuperamos del todo, pero eso es otro asunto.
Si me salto todas las normas de la estadística y el muestreo y echo la «cuenta de la vieja» rápidamente, calculo que aproximadamente, y siendo generosa, un 20 % de las mujeres a mi alrededor se han recuperado de sus embarazos a un ritmo vertiginoso (por sí solas, sin hacer nada para conseguirlo). Las famosas deben de estar hechas de otra pasta, porque el 100% de ellas se recupera sospechosamente a la velocidad de la luz.
No me quejo de las recuperaciones espectaculares, suerte para quienes las experimentan (y envidieja cochina que me despiertan), sino de la importancia que se le da, del empeño del famoseo por querer formar parte de esa minoría, proyectando una imagen falsa de la realidad, y del acento que ponen los medios en la recuperación física tras un embarazo. Cuando damos a luz comienza una nueva etapa, muy dura al principio, llena de inseguridades y miedos. Realmente no tenemos tiempo material de preocuparnos por nuestro cuerpo durante los primeros meses, porque el/los bebé/s lo ocupa/n todo. Sin embargo, estos mensajes innecesarios e irreales nos atosigan, minan nuestra autoestima porque nos hacen creer que no nos estamos recuperando de forma normal y nos urgen a tomar medidas para lograr algo que, a poco que nos cuidemos, se producirá tarde o temprano de forma natural. Fue toda una sopresa para mí, y un gran alivio, conocer el dato, de mano de una matrona, de que el cuerpo de la mujer (no sólo lo que se ve) toma, como mínimo, un año en «recolocarse» y volver a su estado preconcepcional.
Me encantó ver a Kate Middleton, la mujer del príncipe William de Inglaterra, a la salida del hospital con su bebé recién nacido en brazos y la tripa asomando bajo su vestido: esa me parece la realidad. Posteriormente se recuperó muy rápido y muy bien, pero nos dio un gran soplo de aire fresco al mostrar cómo es realmente una mujer recién parida.
¿Qué pensáis sobre el tema?
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Hola, yo en esto de la recuperación tuve mucha suerte. Al llegar a casa del hospital pesaba 1 kg más que antes del embarazo y a los 15 días pesaba 3 kg menos que antes del embarazo. Todo esto tiene una explicación: yo empecé el embarazo gemelar perdiendo un par de kilos por las náuseas horribles que me daban por la tarde -noche, con lo que mis cenas eran casi inexistentes debido a mi malestar. Esta situación me acompañó prácticamente hasta el final junto con el ardor de estómago. Había días que no sabía si tomar Cariban o Alquen, podía hacer un coctail de pastillas si quería.
En resumen, que engorde 7 kg en el embarazo y cada vez estaba más delgada, cada vez los brazos más delgados, las piernas, la cara…
Y adelgace 10 kg tras el parto a una velocidad pasmosa. Eso sí,el embarazo que tuve para mi se queda.
Hola!
Gracias por tu comentario.
¡Qué suerte con la recuperación! Eres una de esas pocas privilegiadas a las que las famosas quieren emular. Aunque el embarazo no tuvo que ser nada fácil… 🙁
Un saludo
La verdad es que no fue nada fácil ; a todo lo anterior hay que añadir una amenaza de parto prematuro en la semana 29 con 4 días en el hospital y 8 semanas de reposo hasta que nacieron mi nena y mi nene en la semana 37. No tenemos más hijos pero ya hemos decidido que nos cortamos la coleta en esto de aumentar la familia. Si hubiera venido un bebé en vez de dos hubiera sido hijo único porque cuando ya nacieron dije que no me iban a pillar en otro embarazo. Un saludo para todas, me encanta leer esta página, todas tenemos los mismos problemas, al final no te entiende nadie que no esté en tu misma situación.
Bueno qué bien que al final todo fuera bien y nacieran en su tiempo.
Si ya un embarazo se hace largo de por sí, si además viene con dificultades añadidas resulta eterno!
Gracias por leernos, esperamos que te quedes por aquí y que nos escribas siempre que quieras.
Un abrazo
Cuando tuve a mis mellizos lo que menos me preocupaba era recuperar mi figura y estar divina de la muerte en dos meses. Me preocupaban mis bebes, que crecieran fuertes, sanos. Yo comia bien, intentaba descansar lo que podia pero ni por asomo trate de volver a mi peso en un tiempo record. La naturaleza es sabia y tarde un año en volver a mi peso de antes aunque si no hubiera sido asi tampoco hubiera pasado nada. Es mas, me parece de una frivolidad asombrosa ver en las revistas a ver quien tarda menos en estar estupenda. Bss.
Hola Rath:
Sí, a mí también me parece una frivolidad, y es eso lo que trato de reivindicar con este post. A mí tampoco me preocupaba mi cuerpo, pero confieso que cuando veía las fotos de las famosas con un pie de página que decía "fulanita ha recuperado su figura en tiempo record" me ca***** en sus muelas. Me preguntaba cómo podían estar posando en un photocall al mes de dar a luz, se ve que además de estar hechas todas de una pasta especial, sus bebés también lo están y duermen 12 horas sin rechistar desde el minuto 0.
Un beso
Totalmente de acuerdo. Estoy hasta el moño del temita de las "recuperaciones espectaculares a los dos meses de dar a luz". Y yo me pregunto: ¿seré yo la única imbécil del universo que lleva meses sin comprarse ropa nueva, ni hacerse tratamientos faciales o corporales???? Incluso en mi grupo de amigas tienen una presión tremenda por vover a estar como antes de quedarse embarazada y van corriendo al gimnasio robándole tiempo a estar con sus hijos. Claro que a mí me gustaría estar estupenda!!!! Pero de dónde saco el tiempo (y la energía)? A lo mejor soy yo la rarita y dejada….
María
Hola María:
De rarita nada! Yo cuando voy a las tiendas (puedo contar con los dedos de una mano las veces que he ido a una tienda de ropa de adultos en los últimos dos años) estoy más perdida que el barco del arroz, no sé lo que se lleva y encuentro pocas cosas que me gusten porque no sé combinarlo! Bueno espera, soy consciente de la moda de las camisetas cortas enseñando ombligo, igual en Halloween me pongo una de esas, mi barriga mete miedo de verdad…
Hay mujeres que se recuperan estupendamente de forma espontánea nada más dar a luz porque tienen una genética muy buena, pero no es lo normal ni a lo que debamos aspirar a base de forzar la máquina, porque cada una tenemos nuestro ritmo, y todo acaba llegando. Y si no llega, qué más da, si el cuerpo se va a estropear igual con los años, mejor que sea por una buena causa como es uno o varios embarazos. Al menos eso pienso yo cuando veo el colgajo arrugado en que se ha convertido mi otrora vientre plano ^_^
Un beso
Ay, Ana, si es que nos tienen bombardeadas con la "perfección". Tanta publicidad destinada a parecer diosas, sin arrugas ni celulitis, canas o patas de gallo, unas pestañas de vértigo y unos labios jugosos. A mí me pareció insultante la promoción que hizo la Pataky de su libro de estar en forma a dos o tres meses de haber tenido a sus gemelos diciendo, con ese acento pastoso de pija, que es cuestión de entrenar y ponerse. Ya, claro. Que me traigan un séquito a cuidar mi casa y a los niños y un entrenador personal para lograrlo, por favor, porque sola, como que no me veo capaz. Lo cierto es que mi recuperación no está siendo nada mala, pero es evidente que no soy la misma, ni creo que lo vaya a ser ya, por lo que mi trabajo es sobre todo emocional y psicológico, para asimilar cómo soy a partir de ahora y hacerlo sin complejos ni estupideces.
Esto viene al hilo de lo que voy a publicar hoy mismo sobre el síndrome de las súper madres.
¡Un abrazo!
Hola Belén:
Acabo de leer tu entrada, no eres una superwoman, como no lo somos ninguna. No se puede hacer todo, mucho menos hacerlo perfecto, así que mejor dediquémonos a lo realmente importante.
No sabía lo del libro de la Pataky, pero me da mucha risa. Me recuerdo a mí misma cuando mis hijos tenían 2 meses, y el único entrenamiento que hacía era con el diafragma para seguir respirando, porque la vida no me daba para más.
Estoy contigo, el ejercicio más necesario es mental, asimilar nuestra nueva vida. Las cosas van a su ritmo, que el cuerpo recupera cuando puede, cada uno con su ritmo, por nuestra parte sólo hace falta cuidar un poco la alimentación (no para estar estupendas, sino para estar sanas), y nada más. Ocuparse dos bebés es el mejor gimnasio de la vida.
Un beso!