Hace tiempo dediqué esta otra entrada a hablar del parque/corralito gemelar.

Para mí este artilugio ha sido fundamental, porque los niños pasaban mucho tiempo con un adulto solo. Por la mañana estaban con nuestra querida M, que aparte de cuidarlos también se encargaba de las tareas del hogar y por lo tanto no podía prestarles el 100% de atención todo el rato. Por las tardes estaban conmigo, y tareas tan sencillas como ir al baño (ni digamos darse una ducha) se convertían en una odisea. O si llegaba la hora del baño y estaba yo sola (o el papá solo) los bañábamos de uno en uno dejando al otro en el parque. Así que, aunque no lo usábamos de continuo, sí era un elemento «salvavidas» de uso diario.


Empezamos a meterlos en el corralito antes de que gatearan, en torno a los 7 meses, cuando ya sabían sentarse solos y aguantaban perfectamente la postura. Antes del año y medio ya no lo usábamos a diario. Poco antes de cumplir los dos años, un día que los metimos Zape tardó menos de un minuto en salirse él solito, sin ni siquiera apoyarse en su hermano, así que decidimos que era hora de desterrarlo definitivamente y lo desmontamos.

Como contaba en la otra entrada, a la hora de elegir el parque descarté los que son plegables y tienen ruedas. Hay muchos parques de este tipo que ofrecen más espacio del habitual y los denominan «gemelares», pero cuando miras detenidamente las características, te encuentras que como máximo admiten 18 kg de peso. Si quieres meter a los dos bebés en el mismo parque, 18 kg no da para nada, antes de cumplir el año ya están pesando eso entre los dos. Y como tenía claro que quería meterlos juntos, entre otras cosas por cuestiones de espacio, me decanté por el Baby Dan Park a Kid, que va al suelo, sin ruedas, e incorpora colchoneta. Es de fácil montaje, aunque operativamente es para dejarlo fijo en un sitio una vez instalado. Nosotros lo teníamos en el salón.

Además del parque que elegí, en la otra entrada también hablaba de otros que había ido encontrando y que me gustaban (Gredos, Fantasía y Babyt Plus)

Hoy os voy a hablar de otros dos parques que he descubierto, por si alguien está en búsqueda y captura de corralito gemelar y le puede ayudar la información de ambas entradas:

Combelle Oval: este parque de madera, con suelo rígido, consta de ocho lados, dos de ellos más largos, lo que le confiere forma octogonal. No incluye la colchoneta pero se puede comprar aparte. La altura de los barrotes es de 63 cm (12 menos que el Baby Dan, pero está bien). Tiene un largo de 1,45 m y ancho de 1,08 m, ¡genial!. El mayor inconveniente que le veo es que no tiene puerta de entrada, y hay que meter a los niños siempre cogiéndolos en brazos y agachándose para dejarlos cuando son pequeñitos.

iBaby Play Twin XXL: este parque octogonal es de muy fácil montaje e incluye colchoneta para el suelo. Consta de 8 piezas de 76 cm de longitud y 63 cm de altura. Se pueden combinar de muchas formas e incluso formar dos parques individuales (ideal para enfados o castigos…) aunque uno de ellos se queda sin puerta

Y tú, ¿utilizaste este artilugio o te apañaste perfectamente sin él? Debo decir que mi compiblogger Elena, supermami donde las haya, se apañó sin parque, y encima ¡viviendo en un duplex!

 

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Asturiana, habladora compulsiva, culo inquieto, Licenciada en un par de cosillas y madre de 3 + 3. Los tres primeros son ? ? ? del cielo y los tres siguientes (los mellizos Zipi y Zape y el pequeño Tamagochi), afortunadamente nos dan mucha lata. No soy superwoman, trabajo en equipo con mi Pantuflo. Nadie dijo que fuera fácil... pero ¿y lo bien que lo pasamos?

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