Y sin embargo, quienes «mandan», y se llenan la boca hablando de conciliación y de que hay que tener niños que paguen nuestras pensiones, sí, esos mismos, han decidido que ya es suficiente. Que hago más falta en el trabajo que en casa y que tú estás preparado para separarte de mí.
Me meten la lactancia materna hasta en la sopa, hablándome de las recomendaciones de la OMS de dar pecho en exclusiva hasta los seis meses, para luego darme una patada en el trasero cuando no has cumplido cuatro y enviarme a la calle a trabajar… Y bueno, con tus hermanos tuve 18 semanas, ¡peor todavía!. Porque contigo he podido dormir, descansar, estar relajada. Y si bien es cierto que para mí emocionalmente aún no es el momento de separarme de ti, físicamente estoy muy bien. Pero con tus hermanos mayores, dejando de lado el tema emocional, a las 18 semanas aún era un mapache con las ojeras llegándome a los talones, todavía no dormía más de 3 horas seguidas ninguna noche y aún seguía un poco perdida en esto de la maternidad, y encima por partida doble.
Sueño con que algún día las cosas cambiarán, se ofrecerán opciones de permisos de maternidad remunerados (aunque no sea al 100%) más allá de las 16 semanas para que cada madre pueda elegir y decidir lo que mejor le va (porque muchas mamás a las 16 semanas sí se sienten preparadas y con ganas de volver al trabajo). Los papás podrán contar con su propia baja, y no tener que quedarse sin ella (más allá de los míseros 15 días) o compartir las exiguas 16 semanas con la madre.
Y sé también que no me puedo quejar porque en otros países están mucho peor…
Sólo pediría a las Sorayas y a las Susanas, que como políticas y madres que se supone que nos representan al resto, que si quieren ser ejemplo, no salgan a un palco a los 4 días de dar a luz a celebrar que han ganado unas elecciones, ni se reincorporen a los 45 días de haber parido. Eso, bajo mi punto de vista, no es dar ejemplo. Compartir la baja de maternidad con sus parejas tampoco lo es. Ejemplo es luchar por quedarse el máximo posible junto a sus bebés, y por que sus parejas cuenten con su propio permiso.
Mientras tanto, saboreo los días que me quedan hasta volver al mundo laboral. Soy una afortunada por el tipo de empresa en que trabajo, porque me dejan juntar y apurar y no me tendré que reincorporar hasta los 6 meses. Pero muchas madres no tienen tanta suerte como yo.
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