Hoy en día hay una oferta de carros y cochecitos gemelares bastante extensa (desde luego mucho más amplia que hace 15 años) por lo que los progenitores múltiples cada día contamos con más facilidades y más opciones donde elegir.

No obstante, no hay que olvidar que cuando transportas a dos bebés de la misma edad, manejas dimensiones fuera de la norma, por lo que habitualmente no todos los modelos se adaptan a tus necesidades. El carro gemelar perfecto no existe, lo que es bueno para unas familias, resulta un incordio para otras. Por eso es recomendable hacer una serie de reflexiones antes de lanzarse a comprar el carrito de moda que mola mucho pero que luego descubres (una vez abonado) que no cabe por la puerta de casa (basado en hechos reales).

Hemos dedicado muuuuchas entradas (y las que nos quedan) a hablar del carrito: de nuestras experiencias, de comparativas, etc… Hoy queríamos dar unas pinceladas de los factores, en orden de importancia, que creemos es necesario contemplar cuando te lanzas a la aventura de elegir el transporte de tus repes:

1- ¿DÓNDE VIVES?

No es lo mismo residir en un cuarto piso sin ascensor, que en un cuarto piso con un ascensor del tamaño de David el Gnomo, que en una casa en el campo.
Si vives en una cómoda y amplia casa con jardín y nunca usas coche, básicamente puedes elegir el carrito que más te guste. Pero si tu ascensor es pequeño, o hay escaleras a la entrada del portal, o directamente no tienes ascensor, debes empezar a conjugar otras variables: carro en tandem, usar cucos, ponerte a uno de los bebés (o a los dos) en portabebé… Y si los astros se alinean o te toca la lotería, mudarte a una casa en el campo.

2- ¿EN QUÉ TE MUEVES?

Cuando sales a la calle a diario, ¿utilizas el coche, vas andando, utilizas transporte público? Es decir, ¿vas a necesitar plegar muchas veces el carro o casi siempre va a estar abierto? En caso de que esté abierto la mayor parte del tiempo, y quepa en el ascensor y la puerta de tu casa, puedes seguir optando al carro chachi. En caso contrario, si tienes que abrir y cerrar el cochecito varias veces al día, piénsatelo bien.

Para los vendedores de las tiendas todos los carros pliegan bien y fácilmente: se nota que no tienen gemelos.

Para que te hagas una idea: cuando vayas a mirar carros y llegue el momento de preguntar por el plegado, busca en tu móvil y en el del papá un vídeo de un bebé llorando, y pon los dos a la vez en estéreo a un volumen muy alto, imagina que está ardiendo la tienda pero no puedes salir hasta que tengas el carro y todos sus cachivaches perfectamente doblados y guardados (encajados) en un arcón (en el que hay más cosas, por supuesto), recuerda cómo te sentías esos días de bajona cuando estás con la regla o de resaca después de un fin de semana de frenesí. Con todo esto, intenta plegar tú sola/o y sin ayuda el carro que te están vendiendo en ese momento. Podrás aproximarte algo a lo que será la realidad, aunque piensa que esta siempre superará la ficción.

3- ¿CÓMO DE GRANDE ES TU COCHE?

Ya sea que utilizas el coche una vez a la semana, o tres al día, el tamaño en este caso, sí importa, especialmente cuando el coche es pequeño.

Si no te apetece o no tienes presupuesto, es más económico y práctico comprar un carrito que quepa plegado en tu maletero, que comprar un coche nuevo. En caso de que el coche sea pequeño, es recomendable que el carro no tenga muchos cachivaches, si pliega todo de una pieza, muchísimo mejor.

En nuestros casos, Elena al pasar a ser familia numerosa tuvieron que comprar un «autobús»así que no tenía «tanto» problema de espacio. Ana, por su parte, hasta que nació el pequeño tamagochi hace 8 meses, se movió con los mellis durante tres años en un coche muy pequeño, el carro cabía plegado de pie en el maletero (lo había medido previamente).

4- ¿CUÁNTO TIEMPO DE USO LE QUIERES DAR?

Puede que con el tiempo, y si tienes ayuda a diario, en cuanto los bebés se mantengan sentados decidas pasarlos a dos sillas ligeras individuales y por lo tanto no vas a usar tanto tiempo el gemelar.

O puede que. como Ana, tires con el mismo carro todo el tiempo que tus repes necesiten moverse en él. Sea como sea, y para ajustar presupuesto, es recomendable pensar en esto a la hora de elegir.

5- LOS BEBÉS CRECEN

Punto clave a tener en cuenta. Cuando vas a probar carros (si tienes la suerte de vivir en una ciudad grande donde puedes encontrar casi todos los modelos en exposición) todos los carros te parecen cómodos y manejables cuando los pruebas.

Los primeros meses de los bebés también todos los carros te siguen pareciendo cómodos y manejables.

Pero los niños crecen muy rápido, y crecen al doble de ritmo que uno solo. Y el carro deja de ser tan manejable, especialmente unos más que otros.

Lo suyo sería ir a las tiendas con dos sacos de patatas de diez kilos cada uno y ponerlos en el carro (más la bolsa de paseo, más varias bolsas de la compra) para hacerte una idea de lo que va a ser tu día a día, Ya si pones el carro con los dos sacos sobre una cinta de correr y pones esta en pendiente, la sensación rozaría la realidad.

6- ¿POR QUÉ TERRENOS TE VAS A MOVER?

No es lo mismo vivir en una ciudad con muchas cuestas, que en el campo o en una ciudad con playa por la que te gusta pasear… El tamaño de las ruedas sí importa, especialmente si no vives en un lugar tipo Manhattan, es decir llano y de asfalto. Un carro doble, con niños crecidos, se maneja mucho mejor con ruedas grandes (especialmente cuando tienes que subir el bordillo de una acera o salvar algún escalón).

7- ¿CUÁNTO TE QUIERES GASTAR?

Aquí hay opiniones para todos los gustos. La nuestra: los carros chachis y carísimos son caros por algo. Hay mucho de imagen de marca y mucha tontería y hay que pagarla, pero también hay calidad detrás. Y esta se nota con el uso. De nuevos, todos los carritos lucen estupendos, a medida que pasan los años, el uso intenso y el desgaste hace mella y se nota el dinero invertido.

Si tu intención es usar el carro gemelar poco tiempo o no de forma asidua (porque no sales mucho de casa, porque usáis portabebés, etc…), no importa mucho lo que gastes. No hace falta un gran desembolso. Y si te pueden prestar uno usado, o comprarlo de segunda mano, mejor que mejor.

Sin embargo, si tienes intención de utilizar el mismo carro durante varios años y de forma muy intensiva (a diario), merece la pena invertir en uno más caro, tu espalda lo agradecerá. Si te gastas 1000 euros en algo que vas a utilizar durante 2 años a diario, y hasta los 4 esporádicamente, te sale a unos 68 céntimos al día. Visto así no parece tanto… Además, maldecir a diario una mala compra desgasta y mucho ^_^ y tienes muchas papeletas para acabar comprando otro más caro porque estás hasta el gorro, con lo cual al final gastas más de lo que habías planificado inicialmente.

8- CAPRICHOS VARIOS

Si has llegado hasta este punto después de haber superado airosamente los anteriores y tienes varias opciones de modelos que te sirven, aún te puedes permitir elegir algunos extras.

Puede ser que tengas clarísimo, que quieres que el carro tenga sí o sí barra continua en lugar de dos (o tres) agarraderas.

O puede ser que para ti sea condición sine qua non que las sillas se puedan poner mirando hacia a ti.

O puede que haya hijos mayores y quieras acoplar una patineta.

Si estás ahora mismo en proceso de selección, te deseamos mucha suerte y que des con el cochecito adecuado. Y si quieres dejarnos un comentario, preguntarnos lo que sea y te podemos ayudar, estaremos encantadas.

Que la fuerza os acompañe (literalmente).

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Somos dos amiguinas de toda la vida. Juntas desde el cole. Y el destino ha querido también que las dos tengamos mellizos y sendas familias numerosas. Vivimos a más de 2.000 km de distancia (Elena en Oviedo y Ana en Las Palmas de Gran Canaria) y gracias al mundo virtual nos hemos unido en esta aventura bloguera.

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