Hoy me declaro oficialmente MATER HORRIBILIS.

Sí, soy una mala madre, de esas que le pone el Baby Einstein (o Pocoyo, o Peppa Pig, o lo que pille en la tablet) a sus hijos, no para que estimulen su intelecto, sino para que me den un poco de tregua de vez en cuando y pueda mirar cuántos whatsapps me han llegado en las últimas dos horas.

Soy una madre insensible que no pudo o no supo amamantar a sus hijos más que 17 días, teniendo que recurrir a la leche artificial para criarlos.

Soy una madre comodona de esas que da galletas a sus hijos entre horas porque no se comerían un trozo de fruta entero ni a tiros, o les tritura demasiado los purés porque no les gustan los tropezones.

Soy una de esas madres descuidadas que lleva a sus hijos siempre en chándal porque es lo más cómodo para mí (y para ellos), con la camiseta llena de manchurrones porque no me apetece cambiarlos tres veces al día, y a la que se le olvida limpiarles la cara después de merendar y llegan a la hora del baño con restos de yogur reseco en el moflete.

Soy una madre floja, porque nunca les dejé llorar los primeros meses y se pasaban el día en mis brazos, malacostumbrándose.

Soy una madre débil, porque por norma no grito a mis hijos, porque trato de utilizar la palabra NO lo menos posible (y aún así la tengo todo el día en la boca), y porque creo que una «torta a tiempo» no sirve para nada e intento no darlas nunca.

Pero a la vez soy una madre incongruente, porque muchos días pierdo la paciencia y acabo zarandeando y chillando a alguno de mis hijos.

Soy una madre despreocupada, porque los dejo trepar a cualquier sitio, abrir y cerrar armarios, vaciar cajones, correr por el sofá o pintar «frescos» en las paredes. No tengo fuerzas para luchar e impedírselo.

Soy una madre obsesionada, porque mi vida gira en torno a mis hijos y no me gusta separarme de ellos más que lo necesario para ir a trabajar.

Y además de mala madre, SOY TONTA: me paso la vida dando explicaciones y justificando por qué hago las cosas de una u otra manera, intentando mantener mi estúpido orgullo a flote y demostrar que soy una buena madre que hace lo que cree mejor para sus hijos. Y no me doy cuenta de que todo esfuerzo es vano, porque no importa lo que haga, siempre habrá alguien ahí que piense o directamente me diga que no lo estoy haciendo bien.

¿Pues sabéis qué? Me declaro orgullosa madre imperfecta de dos niños que creo que son muy felices.Y hoy hago firme propósito de mandar a tomar viento a mi amor propio y obviar las miradas reprobatorias, de no volver a dar ninguna explicación, de no volver a juzgar para mis adentros a ninguna otra mala madre que no haga las cosas como yo, y de centrar todas mis energías en querer a mis hijos (y a su buen padre) e intentar ser la mejor persona que pueda y sepa para que cuando se miren en mi espejo sólo vean cosas buenas y positivas.

The following two tabs change content below.
Asturiana, habladora compulsiva, culo inquieto, Licenciada en un par de cosillas y madre de 3 + 3. Los tres primeros son ? ? ? del cielo y los tres siguientes (los mellizos Zipi y Zape y el pequeño Tamagochi), afortunadamente nos dan mucha lata. No soy superwoman, trabajo en equipo con mi Pantuflo. Nadie dijo que fuera fácil... pero ¿y lo bien que lo pasamos?

Latest posts by Ana Tresguerres (see all)