Desde que eres madre en tu vida surge un grupo de presión importante: los opinólogos. Esto no sólo nos afecta a las mamás de múltiples, sino a todas en general. Ya desde el embarazo te toca escuchar un sinfín de predicciones agoreras en las que te vaticinan todo tipo de males, empezando por el parto, siguiendo por la crianza, la relación de pareja y la vida en general. Porque los opinólogos se caracterizan por centrarse en el lado malo de las cosas, nunca te cuentan cosas bonitas.
Cuando iba paseando alegre y feliz con Zipi y Zape en sus capazos plácidamente dormidos, al menos una vez al día tenía que escuchar mensajes del tipo «Uy ahí están muy bien, espérate tú a que empiecen a caminar, a ver cómo te las arreglas«. Por aquel entonces yo estaba en pleno postparto, llena de inseguridades como buena primeriza, dormía una media de tres horas al día, y los bebés lloraban sin cesar día y noche. De los pocos momentos en que dormían los dos a la vez (y no siempre) era precisamente cuando salíamos a pasear, el aire fresco y el vaivén del carrito los dejaba extasiados. Así que los opinólogos se veían en la necesidad de jo***me el día porque debe de ser que en sus esquemas no entra ser madre recién parida (y además de gemelos) y llevar una sonrisa dibujada en el rostro. Así que cuando me decían aquello se me caía el alma a los pies y sólo pensaba, acongojada… «Ah, ¿que luego es todavía peor?»
El caso es que yo suponía que, en general, cuando los bebés empiezan a caminar, desde el primer día entienden que deben ir junto a mamá y papá, y te agarran de la manita y caminan, lento pero seguro, a tu lado. Así que no entendía tanto revuelo por cuando lo hicieran los míos, si iba a ser facilísimo, además ya no tendría que seguir machacando mi maltrecha espalda porque ya no haría falta cogerlos en brazos… ¡Inocente de mí!
Zipi empezó a caminar con 11 meses. Trastabillaba un montón, por lo que estaba la mitad del tiempo en el suelo, y su velocidad de crucero, cuando conseguía dar tres pasos seguidos, era asequible. «Listillos -pensaba yo- no era para tanto». A los 13 meses Zape se unió al club del desplazamiento sobre dos pies y, aunque tuvo mucha soltura desde el principio, igualmente caminaba lento los primeros días. Y nuevamente volví a acordarme de las predicciones tremendistas y me reí para mis adentros…
Entonces fueron pasando las semanas, y creciendo la osadía de los enanos. Y ahí me acordé de los opinólogos nuevamente, de ellos y de toda su familia. Porque qué razón tenían los muy puñeteros. Aquello fue el caos más absoluto, en el que aún hoy, con 22 meses de gemelos recién cumplidos, sigo inmersa. Los niños nos han salido osados, escaladores, corredores de fondo, intrépidos, curiosos y equilibristas. Además de independientes, porque todo esto lo quieren hacer ellos solitos, se escapan a la mínima sin mirar atrás. En resumen, y gracias a Dios y al cielo, nos han salido niños sanos, que hacen lo normal para su edad. No tienen miedo a nada. Son muy ágiles y les encanta trepar por cualquier sitio. Ya lo he comentado anteriormente, si no es al parque de la urbanización donde vivimos, yo sola con ellos no voy a ningún otro parque atestado de niños porque soy totalmente incapaz de controlar que no acaben aplastados por los mayores o, peor aún, que se vayan de expedición por los alrededores (cada uno por su lado, obviamente).
Y sin embargo, a pesar de lo difícil que es a veces, ¿sabéis qué os digo? Que desde que nacieron, cada día ha sido mejor que el anterior. Y aunque ahora es (sigue siendo) un estrés continuo, por lo menos puedo atender mejor a las demandas de cada uno, les conocemos y entendemos mejor, y sobre todo, duermen (y por extensión los padres también lo hacemos) por las noches. Tienen rutinas perfectamente definidas y predecibles, así que los fines de semana incluso podemos echarnos una siesta nosotros también. En general estamos mucho más descansados. Y sobre todo, y ante todo, hemos ganado confianza en nosotros mismos, nos hemos adaptado a la situación de tener dos peques en casa. En fin, solo encuentro cosas positivas por cada día que pasa. Las dificultades y retos van creciendo, sí, pero nosotros tenemos más recursos para enfrentarlos y solventarlos.
A todos los opinólogos que vais por la vida metiendo miedo, os digo: ¡CON LAS MULTIMAMIS NO PODÉIS!
Y vosotros, ¿os cruzáis con muchos opinólogos a menudo?
Latest posts by Ana Tresguerres (see all)
- El curso de preparación al parto cuando esperas gemelos - 11 septiembre, 2019
- De la nube azul a la nube gris.. y vuelta - 4 febrero, 2019
- Abdominoplastia: 365 días después - 16 noviembre, 2018
La verdad , cada día es mejor. Solo tienen 9 meses, pero creo que avanzamos, lento pero seguro.
Claro que sí! Un abrazo
Dios mio! Me uno desde hoy a tu blog. Soy multimadre de mellizos (niños) de 14 meses y una niña de 4 años. Estamos en la fase ya ando/corro y vuelvo loca a mi madre… pero leer la parte final me ha animado (ayer pensaba que renunciba, que me moria, pero no, sigo viva) poquito a poco yo tambien creo que todo va a mejor… con mucho cansancio si, muchisimo, pero vamos a mejor!
¡Hola Marta!
Muchas gracias por tu comentario, enhorabuena por tu linda familia.
¡Y mucho ánimo! Yo también tengo días en que pienso que soy incapaz, pero al día siguiente los enanos me sorprenden con una cosa nueva en su desarrollo que va haciendo las cosas más fáciles.
Qué tal lo lleva la hermana mayor?
Un abrazo
¡¡A diario!! Es increíble… Creo que este post es absolutamente aplicable a cualquier multimami, sin quitar ni un punto ni una coma. Precisamente ayer tuve que parar los pies a un familiar apocalíptico del "pues no te queda nada". ¡Pues me queda lo que me tenga que quedar! Y aún hay opinólogos estupendos acerca de las enfermedades. Esos también son muy divertidos con el "prepárate para los mocos y las noches sin dormir (algunas más, como si eso fuera nuevo, vaya) por las toses y los virus". Yo agradezco las advertencias, pero ¿tanto cuesta ser constructivos y comprensivos? Es que parece que gusta eso de la "desgracia" (entiéndase a ironía) ajena. Ayyyy señor, señor. Y mira tú por dónde, a todos esos opinólogos apocalípticos que predecían una lactancia frustrada y horrorosa, ¿ahora qué, ehh? Y yo disfrutando feliz con Chip y Chop, aunque siguen alzándose voces sobre la locura de dar el pecho a la vez. ¡Anda ya! :o)
Hola Belén!
Los opinólogos se suelen caracterizar además porque hablan sin saber… Hasta ahora creo recordar que ningún padre/madre de gemelos, que saben de verdad lo que hay, ha intentado meterme miedo, ¡todo lo contrario!
Tú lo has dicho, la clave está en ser constructivos. A mí me parece bien que alguien me cuente SU experiencia, y SU realidad, pero sin amedrentar…
Por cierto, cómo me gusta leer que ya has llegado al punto de disfrutar de la lactancia… Ay qué envidieja de la sana!! Enhorabuena.
Un beso
Hola, madre de mellizos lactantes de 9 meses y feliz, sin dormir y con poca colaboración , pero feliz! ah! el mayor tres años recién cumpliditos!
Ya veo que los "opinólogos" son un espécimen que se extiende por todos los lados!!! Pero coincido contigo 100%, cada día es mejor, mis dos peques tienen 29 meses y son unos exploradores natos…que tiemble Jesús Calleja, jajaja, pero cada vez su padre y yo les entendemos más y cada vez se nos da mejor 🙂
Eva M
Hola Eva!
Sí ya ves, opinólogos sin fronteras…
Jaja se ve que los tuyos y los míos son de la misma escuela. A mí me da más miedo pensar que el día de mañana les dé por hacer deportes de riesgo… Al menos hoy los tengo delante y puedo decirles "ahí no!" y como no me hacen caso, cogerlos en brazos y llevármelos a otro sitio… Pero cuando tengan 20 años… a ver quién los alcanza…
Un abrazo,
Aan