fuente: bebe-blog.com

Llevamos una temporada que no
levantamos cabeza. Los virus están ensañándose con los mellis. Y en la
guardería ya han dejado de pasarnos recibos hasta que los niños vayan más de
una semana… para que os imaginéis cómo es el tema.

Lo cierto es que hasta que no
empezaron en la guarde no se pusieron malos (empezaron con 6 meses). Pero también
es verdad que empezaron en septiembre. Y en septiembre y octubre es bien sabido
por todas las madres superexpertas como vosotras que los virus campan a sus
anchas en guarderías y colegios. Las clases se vuelven a
llenar, los mocos se vuelven a compartir, y los virus están requeteencantados. Y yo creo que mis hijos llevan un letrero en la frente con tinta invisible-solo-visible-para-los virus que pone «A mí!a mí!ven a mí».

Las enfermedades con mellizos en
relación con los hijos únicos o no mellizos son muy distintas, en lo que a
duración y sufrimiento se refiere. Duran más porque rara vez se ponen malos los
dos a la vez. Primero empieza uno, y luego el otro. Vamos, que para cuando uno
ya podría estar bien y podrías volver a llevarlo a la guarde y recuperar tu ritmo
de vida normal, entonces se pone malo el hermano. O primero se pone malo uno y
al día siguiente otro. Y entonces las enfermedades y sus convalecencias se
eternizan.


lo peor, las noches… porque si se ponen malos de catarro, ten por seguro
que no vas a dormir bien.

Bueno, como no tengo mucho
tiempo, y tengo un firme compromiso personal de hacer entradas claras, concisas
y completas a la par que breves, os comento algunos consejillos para sobrevivir
mejor a los catarros, bronquiolitis, bronconeumonías y otras enfermedades de
vías respiratorias.

Lo que hay que tener a mano:

1. Un
sacamocos y suero fisiológico. No os compliquéis… en los supermercados más comunes
los venden genéricos y funcionan igual que los de las farmacias. Tampoco son
necesarios los recambios oficiales, con un poco de algodón, se consigue lo
mismo. Si tienen mocos, se agobian, y no respiran por la noche… insomnio
asegurado. Limpiarles la nariz es fundamental. Para algunos traumático,
pero muy útil;

2. Una
toalla o manta para poner bajo la parte de la cabeza. Así no se ahogan tanto
cuando están tumbados. Eso eleva el colchón;

3. La
sillita, un huevito o una hamaca cerca por la noche es de ayuda por si a pesar
de tener la cabeza incorporada no pueden dormir. Nuestros niños han pasado
alguna que otra noche en la sillita y no pasa nada (no les va a salir
escoliosis por dormir una noche en la sillita. Al poder ponerles a dormir algo
incorporados, respirarán notablemente mejor que en la cuna con la toalla debajo
de la parte de la cabeza;

4. No
quiero hablar de medicamentos, porque eso es muy personal… ventolines, cámaras,
antitusivos, mucolíticos,… cada pediatra es un mundo y tirará por uno o por
otro, o por ninguno. Hay que dejarse llevar y aconsejar. Lo que sí sé es que ya
no se puede usar viksvaporub en bebés y niños muy pequeños como nos ponían a
nosotros!!!!pero yo lo uso a veces diluyendo un poco en un cazo y poniéndolo en
agua caliente, a modo de ambientador en la habitación.

5. Hay
quien usa humidificadores. Nosotros con nuestra hija mayor lo usamos, y también usamos
mucho la olla exprés en la habitación, que la pones al máximo llena de agua a
hervir, y luego la llevas a la habitación y dejas que el vapor vaya saliendo
poco a poco abriendo el botón de presión.

6. Los
remedios de la abuela: cebollas, eucalipto… cuando estás desesperada todo vale
y todo acaba ayudando y hasta funcionando… o no… pero por probar que no falte.

7. Mucha
paciencia. Mucha mucha. Las noches serán horribles. Y cuando les pones el chupo
empiezan a toser, sueltan el chupo, lloran, y como lloran, fabrican mocos, y
los mocos y el chupo son incompatibles, … y así durante toooda la larga noche J.

Lo que ayuda a que no tengan
catarros:
 

Esa receta mágica no la tengo-y si la tenéis, ya la vais pasando! Simplemente los cogen, (y
algunos son más propensos que otros. Purpurina y Pepinillo se lucen en este
sentido), y puede ser por estar más o menos expuestos, pero no por abrigarlos
infinito van a coger menos. De hecho, los cambios bruscos de temperatura, o
hacerles sudar hasta más no poder para después sacarles al frío gélido, pues va
a ser que no ayuda.

También ayuda, en la medida de lo
posible, que no compartan nada… chupos (los míos se los roban y se los
quitan  entre ellos, con su posterior
chupeteo), cucharillas, biberones… pero vamos, aunque se evite esto, si se
tienen que poner malos, se van a poner igual.

Fundamental la higiene de manos.
La mayoría de los virus se transmiten por la boca o por las manos, pues al
estornudar, o después de sonarse los mocos, quedan muchas veces campando por
ahí… Lo mejor es lavarse a menudo cuando se tiene un catarro, y siempre tras
estornudar y sonarse. Cuando los mellis llegaron a casa estuvieron en “cuarentena”
de visitas y de manoseos. Y si les iban a coger, antes había que limpiarse las
manos con el alcohol este que venden en gel, que estuvo muy de moda hace años
con la epidemia-crisis de la gripe A.
Que pase pronto el invierno, y
que los virus se vayan con él.

En próximas entregas hablaremos
de las enfermedades digestivas, de las de la piel, … y de lo que vayamos
sufriendo.

Espero que os ayude.

Elena

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Elena Aguirre

Soy Elena, madre de 4 peques, psicóloga según el diploma que me dieron al acabar la carrera, y directora de Recursos humanos "en mi tiempo libre". Si ahora volviese atrás, estudiaría magisterio, en lugar de psicología, porque me encanta disfrutar de y con los peques. Me encanta ver las cosas desde su perspectiva. Nunca pensé que tendría 4 hijos, y menos que algunos serían mellizos!pero a día de hoy no sobra ninguno y tendría más si me dejasen. Con Willy "Fogg" , que de vez en cuando nos ayuda con algún post por aquí, hacemos un equipo bastante bueno, y sobrevivimos en esto de criar a 4 peques. Soy un espíritu libre, así que, cuando no "parqueo" o estoy con los peques, necesito ver el mar cada poco, o escaparme al monte o a sitios que no conozco, viajar,salir a tomar unas cervezas con amigas entre semana, respirar aire fresco a primera hora de la mañana, y lo daría todo por ir a trabajar caminando. Devoro tabletas de turrón de Suchard, de las que hago acopio en Navidades, y cuando se me acaban, ataco la Nutella a cucharadas. La vida sin chocolate no tiene sentido. Y si tuviese todo el tiempo del mundo y me tocase la lotería, además de hacerme con una casita con prao delante del mar (con huertiquín, por supuesto), me pasaría horas montando legos y maquetas de papel o cartulina.

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